Por Seb

En la primera de tres fechas en el país, Mauro Samaniego y La Zorra Zapata estremecieron Casa Buenaventura.

Foto: Meet2Go

Acto de Apertura: SOiOS (@soiosoiosoios) cautivó al público de Buenaventura con un set acústico solista que dio antesala a una noche de celebración para la música de cantautor.

El Mejor Momento De La Noche: Mauro Samaniego invita a Isa Sáenz (@isa.saenz_) al escenario e interpretan una versión a dueto del clásico Recuerdos de Ypacaraí, del compositor paraguayo Demetrio Ortiz.

El Mejor Momento De La Noche, II: La Zorra Zapata dirige con las palmas a un público entusiasta durante el coro de Puedo Equivocarme Más.

En su sitio web, Mauro Samaniego (@mauro.smaniego) se describe a sí mismo como “uno de los artistas más activos e influyentes de la escena musical ecuatoriana de la última década” (maurosamaniego.com). Cada vez que le veo en concierto sólo reafirma la naturaleza de esta declaración, lejos de manifestación del ego de un artista con la trayectoria para intentar defenderlo,      es una mera observación de la realidad.  Multifacético, tiene un catálogo musical que en diez años ha recorrido desde aquel rock indie de los 2010 con Da Pawn, el sonido alimentado por el grunge y el punk rock casi noventero de la Tripulación De Osos (q.e.p.d), y múltiples otros experimentos musicales exitosos en su discografía solista. En 2020, por ejemplo, el folclor latinoamericano se entreteje con pasajes electrónicos y samples para presentar un retrato melancólico de un período de aislamiento forzado durante el año que le otorga título. Mauro Samaniego persiste como un artista de primera categoría en el país.

Y no triunfa solo. La chispa de genialidad que enciende la mecha tras esta corta gira por el Ecuador es su reciente colaboración con La Zorra Zapata, el proyecto musical de la artista multidisciplinaria Nuria Ortiz (@lazorrazapata). Oriunda del Perú, la cantautora brilla en la intersección entre el indie folk y el art pop, y cuenta con dos LPs lanzados en 2020 y 2022, respectivamente. En este último, titulado Acantilados, trae de invitado a Mauro para el quinto track (que le otorga nombre al álbum), donde ambos artistas intercambian versos y armonías en una balada pop cuyas añoranzas líricas devienen en uno de los mejores coros del año pasado.  Con una voz que levita sobre composiciones fugaces, y un talento poético para la contemplación e introspección, La Zorra Zapata nos deja en claro que su proyecto es una escucha obligatoria.

En dos sets de entre una hora y una hora y media Mauro Samaniego y La Zorra Zapata estremecieron Casa Buenaventura con todos los hits. En un formato de banda reducida, La Zorra Zapata nos dio un recorrido por sus dos discos de estudio. Nos contó que esta era su primera vez que ofrecía un concierto fuera de su país natal, charló con el público sobre la inspiración tras cada uno de sus temas, y relató la historia detrás de la colaboración que la trajo a tocar al Ecuador. Todo esto mientras guiaba al público de Casa Buenaventura por paisajes electroacústicos, voces reverberantes (de mano de un loopstation en dónde la artista se armonizaba a sí misma e improvisaba con percusiones vocales y texturas melódicas), y coros deslumbrantes que atraían aplausos cada vez más fuertes mientras avanzaba el repertorio. Invitados no hicieron falta, en un punto Raúl Molina (@raulmolina) demostró su dominio total sobre la caja peruana y los ritmos latinoamericanos, y en otro momento Mauro Samaniego subió al escenario y acompañó a la cantautora para el tema que dió inicio a su colaboración.  Al final, una ovación de varios minutos por parte del público dejó en claro que el proyecto liderado por Nuria Ortiz sería más que bienvenido en el Ecuador en futuras ocasiones.

La sala palpitaba con anticipación minutos antes del último set de la noche. Mauro Samaniego, revestido por las luces tenues de los reflectores cálidos suspendidos sobre el escenario, afinaba una guitarra de 12 cuerdas. El set de aproximadamente una hora y treinta minutos recorrió múltiples callejones entre la obra del cantautor: a guitarra y voz presentó temas de 2020, Simona, nos entregó de regalo versiones acústicas de lo que serán nuevos temas en lanzamientos próximos para ambos Da Pawn y su catálogo solista. Con la presencia de múltiples invitados a lo largo de la noche, transmutó algunos temas en espléndidos duetos: destaco Canicas  y el guiño a Totem acompañado por Felipe Le (@fe.lipele) de La Máquina Camaleón, y una versión inmaculada de Recuerdos de Ypacaraí acompañado por la cantautora Isa Sáenz. Durante el espacio intermedio entre cada tema, nos comentó sobre su experiencia en México, planes a futuro para sus proyectos, y expresó gratitud por la amistad creativa que celebra con La Zorra Zapata. El público quiteño no es extraño al catálogo del cantautor, y la sala erupcionaba en aplausos al apenas escuchar los primeros segundos de sus temas favoritos. El set se convirtió en un evento casi atemporal, Mauro Samaniego lideró una celebración a la música local contemporánea. Un inicio fantástico para una gira que después recorrerá Cuenca y Guayaquil.

Y, al final, una opinión. Casa Buenaventura me parece uno de los venues más lindos de Quito. El espacio concede muchas ventajas para la puesta en escena de conciertos, con espacios definidos para los artistas y su público, y una acústica que nos facilitó un sonido en vivo cristalino. Me hubiese encantado probar algo del menú, pero cuando me acerqué a la barra para validar mi entrada y en vez de una cartilla me ofrecieron un código QR, entendí que había fuerzas superiores en juego que me impedirían escribir sobre la oferta gastronómica del sitio (léase: https://es.wikipedia.org/wiki/Dólar_estadounidense). Muy aparte, el lugar es genial. Los sets estuvieron muy bellos. Cuatro estrellas (4/???). Aplausos. Vayan a más conciertos.