Con la moderación de la doctora Janina Suárez, jefa de Prácticas Preprofesionales de la UArtes, en la VII edición del encuentro del ILIA se desarrolló ayer, jueves 5 de octubre, el diálogo “Cultura e investigación universitaria para Guayaquil y sus comunidades”. Participaron Manuel Macías, de la Universidad de Guayaquil; Cristian Cortés, de la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil; y Adriana Loor y Jorge Albuja, de la Universidad Casa Grande, quienes direccionaron sus intervenciones hacia sus líneas de trabajo y los desafíos que enfrentan en su labor docente, investigativa y de vinculación con la sociedad.
En términos generales se mencionaron proyectos abordados desde la participación ciudadana, la promoción de la transparencia, la rendición de cuentas, la planificación participativa y la formación política cívica, así como la integración de áreas de investigación en las instituciones de educación superior.
Tras subrayar la diversidad de enfoques y los distintos tipos de investigación existente, como la científica, crítica, aplicada, implicada e investigación-creación, cada una con objetivos y métodos específicos, se analizaron resultados.
La investigación, se dijo, puede tener un impacto en la transformación, ya sea a través de la generación de nuevos conceptos y enfoques, la aplicación práctica de resultados concretos, la participación de actores involucrados en el proceso o la creación artística que sensibiliza y visibiliza problemas sociales.
También se mencionó la importancia de integrar campos de investigación y creación, como las ciencias sociales y las artes, para abordar cuestiones sociales de manera más holística. La necesidad de proyectos interdisciplinarios que aborden cuestiones culturales y sociales de manera integral.
Se planteó que, en la educación superior, no siempre se integran adecuadamente los campos de vinculación cultural y de investigación, por lo tanto, hay que propiciar una mayor colaboración y coordinación entre estas áreas,
Los exponentes coincidieron en las dificultades que se enfrentan para obtener financiamiento y recursos para los proyectos culturales, especialmente en contextos donde la cultura se considera de menor prioridad.
Es importante, se dijo, reconocer el papel del Estado en el tejido social y cómo este provee infraestructuras y servicios fundamentales. En la pospandemia, se ha venido experimentando una precarización que hace que sea necesario replantear la relación entre la universidad y el Estado en la solución de problemas sociales.
Los representantes de las universidades que se dieron cita en el ILIA hicieron referencia a la multiplicidad de dinámicas en el tejido social, que abarca desde la comunidad local y los gobiernos locales hasta los organismos sociales y el tercer sector. Es necesario propiciar una articulación de esfuerzos entre todas estas dimensiones y ser conscientes de las dinámicas de poder en las relaciones dentro del tejido social y la importancia de colaborar de manera crítica y reflexiva.
En sus respectivas exposiciones dieron a conocer los proyectos que llevan en marcha y que se proponen cristalizar. Al término, en la mesa de diálogo se enfatizó acerca de la importancia de que las universidades cumplan un rol activo en la sociedad al abordar desafíos sociales, comunicar los hallazgos de la investigación y establecer un vínculo más fuerte con la comunidad en general, a fin de lograr una mayor integración y difusión de la labor universitaria en beneficio de la sociedad.
Texto: Eleinn Ewmanothva Rivera Solís, estudiante de la Escuela de Literatura.
