Por Mariuxi Alemán

 

Postales sobre la maternidad en el cine

La maternidad constituye un conjunto de complejidades que no se terminan de ensamblar nunca, aun si obviamos las circunstancias, los entornos, los diferentes marcos sociales y estatales, que crean una óptica naturalizada de las madres como mártires, como enfermas de un amor abnegado y que constituyen, en definitiva, sus roles desde lo doméstico, dejando en un segundo plano el ser mujer. En el campo cinematográfico observamos diferentes construcciones del imaginario de la maternidad determinadas por esa circunstancia. Aún así, el cine funciona como herramienta de discusión y debate, para mostrar la violencia ejercida, los roles de género, los contextos socioeconómicos y los diversos escenarios en que se desarrollan las múltiples maternidades.

La maternidad en el cine ecuatoriano

La mapaternidad[1] es un concepto que atraviesa las producciones fílmicas de los últimos cinco o seis años en el Ecuador, donde las y los directores han abordado la temática de la maternidad no y nos permiten vislumbrar una serie de aproximaciones que llaman la atención.

En el docu-ficción Huahua de Joshi Espinosa y Citlalli Andrango (2017) los directores se enteran de que van a ser padres. Citlali, está muy vinculada con su comunidad Tucuru y Joshi forma parte de una familia de inmigrantes otavaleños. El embarazo de Citlali despierta algunas preguntas sobre lo que sucederá tras el nacimiento de su hijo: ¿cómo se construirá su identidad al vivir en la ciudad?, ¿cómo será posible juntar la cosmovisión con la que crecieron con el ritmo acelerado de una urbe? Resulta interesante pensar las mapaternidades desde el sentido de pertenencia, como un elemento fundamental en la construcción de nuestro ser social. El formato de este trabajo juega con el modo de producción documental para plantear una ficción con la que generar empatía con el espectador.

La mapaternidad puede ser pensada también desde otros ángulos. Este es el caso de Mi tía Toty,  de León Felipe Troya (2016). El director decide seguir a su tía, una célebre actriz y presentadora de televisión ecuatoriana que ha caído en el olvido. El documental retrata la nostalgia de un tiempo pasado, pero también permite observar la vida y los cuestionamientos de Toty Rodríguez que según el autor «siempre cuestionó su relación con el mundo y optó voluntariamente por la soltería y la no maternidad». La realidad con la que se asume en este momento y con la fuerza y determinación con la que es retratada, nos deja percibir a una persona llena de ambivalencias, la fuerza y la soledad, la depresión y la alegría. ¿Qué es ser una mujer aquí y ahora? Esta es una pregunta que Toty Rodríguez se hace desde hace cuarenta años, por aquello de que “ser mujer” ha sido históricamente asumido como un rol demasiado concreto, demasiado rígido. Dar cabida a estos personajes en el cine ecuatoriano también nos permite preguntarnos por qué invisibilizarían a las mujeres y sus roles en quehacer/mundo artístico. Aunque no se trata exactamente sobre la maternidad, es claro que la relación filial entre Toty Rodríguez y el protagonista da cuenta de una situación similar.

Encontrar trabajos -documentales o ficciones- sobre mapaternidades en Ecuador, realizado por mujeres, resulta difícil, sin embargo se puede localizar en espacios o circuitos exclusivos de festivales o distribuciones más pequeñas. Una de esos espacios es la Red EDOC[2], donde se presentaron, en 2020, dos propuestas de documentales sobre la maternidad, haciendo evidente la necesidad de hablar de manera frontal y desde otras perspectivas.

Sobre Un lento despertar acuático Ana Cristina Franco, dice: «Desde que quedé embarazada hasta ahora que mi hijo tiene 3 años, he registrado, en mi diario filmado, mi experiencia de maternidad. Me he preguntado cómo ser madre y a la vez escritora. Entre el ensayo y el diario intimista, recorro los limites entre la maternidad y la creación artística».

Por otra parte, sobre Parir de Randi Krarup, argumenta que «en un mundo en el que la cesárea se ha convertido en una epidemia, dar a luz en casa de forma natural, como yo lo hago, es considerado una locura. Entonces me pregunto: ¿Quién es la loca, la sociedad o yo?».

Mujeres en el cine y su visión de la maternidad

Contexto nacional

Es interesante pensar cómo el cine documental trabaja un tema en común y ese es el de la identidad, se pregunta desde diferentes ramas y posibilidades ¿quién soy, de dónde vengo y a dónde voy? Esta pregunta parecería lejana de nuestro tema, pero la realidad es que entender estas preguntas y partir de allí permite crear o aprender a construir nuevas miradas y formas de relación con el mundo. La sensibilidad que aportan las miradas deconstruidas de las mujeres en el cine es clave para comenzar a repensar el espacio y el mundo laboral en el circuito cinematográfico. Es de vital importancia dar cabida a estas nuevas formas de narrar y de construcción de mundo habituales.

Marta Andreu, productora de cine, creadora de la resistencia Walden y coordinadora académica de DocMontevideo dice al respecto: «la cámara no miente, en este sentido de que este instrumento siempre nos pondrá en una situación de fragilidad, escoger un plano es una decisión, construir una imagen es una cuestión de subjetividad, siempre hay un discursos»[3]. Todo cine es político, todo lo que producimos está atravesado por un punto de vista, esto devela la mirada que se tiene como realizador hacia el mundo, ese mundo se construye desde la subjetividad y la particularidad como individuos. En dónde se pone la cámara, es donde se decide mostrar, lo que se, lo que no se ve, lo que se escucha y lo que no.

Las mujeres deciden (2017) es un documental ecuatoriano-español de Xiana Yago, que aborda otra cara de la maternidad en la educación y salud reproductiva de las mujeres. Yago conoce a María, una doctora española quien tiene una investigación sobre embarazo adolescente y abortos clandestino en la Amazonía. Esta es una película que habla sobre el abuso intrafamiliar y la razón que rompen el silencio entorno al abuso sexual intrafamiliar, el embarazo adolescente y el aborto clandestino.

La maternidad es retratada de forma auténtica, con testimonios de mujeres que han sido madres porque les ha tocado serlo desde muy jóvenes. Los embarazos a tan temprana edad se ven fuertemente ligados a abusos de sus compañeros o familiares, en el que toda una sociedad permite que esto suceda encubriendo estos tortuosos eventos. En ocasiones el aborto se maneja de manera clandestina y termina con la vida de las mujeres. Por medio de entrevistas, la directora logra recoger testimonios de varias mujeres que han atravesado por este proceso. Encuentra la sensibilidad que necesita para abordar y profundizar sobre este tema. El resultado de este trabajo no se limita a ser una obra cinematográfica, sino también a crear debates sobre la salud reproductiva de las mujeres.

Contexto internacional

Dentro del contexto internacional podemos nombrar a Naomi Kawase cineasta japonesa que trabaja temas relacionados al cuerpo, la maternidad y el feminismo tanto en la ficción como en el documental. Naomi Kawase plantea su investigación en el encuentro con ella misma y la liberación de sus fantasmas. Sus documentales son exploraciones íntimas para intentar comprender la relación con su familia y la maternidad. En Tarachime (2006) retrata el nacimiento de su hija y con ello las incógnitas sobre la relación con su madre adoptiva. Kawase le hace preguntas abiertas a su madre sobre su relación, generando una sensación de sanación al enfrentarse con esas inquietudes del pasado. «La interrogación sobre el sentimiento materno-filial se desgrana en este filme a través de un triple diálogo: de hija a madre; de madre a madre y de madre a hijo. (…), Kawase construye una narración en torno a ecos vitales o emocionales. Como en un juego de espejos, sobre los recuerdos en off de Uno en torno a los primeros años de vida de su hija vemos las imágenes de su nieto».[4]

En Genpin (2010) Kawase explora el universo de la maternidad, del parto y del embrazo dentro de la clínica de partos naturales del doctor Yoshimura. En este documental Kawase retrata la vida de las madres a lo largo de las cuatro estaciones, allí ellas comparten testimonios sobre el parto y logra derribar tabúes y reivindicar el parto. Es interesante el formato en el que decide filmar ya que es consecuente con el tema a tratar, la temporalidad de la vida: «Kawase

decide filmarlo con su cámara de 16mm, cuyas cintas tienen una duración de aproximadamente diez minutos. (…) los diez minutos máximos de cada toma plantean el problema del nacimiento y la muerte de la imagen. La relevancia de este hecho, que convierte al acto de filmar en un propio devenir, no sólo se explica por ser un documental que aborda la natalidad como su temática».[5] Es importante rescatar la construcción de la mirada de la directora sobre el mundo que habita, pues propone una mirada sensible y feminista, con mucha riqueza de temas que aborda con frontalidad, dándole cabida y peso a los cuestionamientos sobre los procesos naturales de la vida.

En Jeanne Dielman (1975) la cineasta belga Chantal Akerman retrata la vida de una mujer que se prostituye para mantener a su familia. Jeanne Dielman es madre y ama de casa. En la película podemos observar lo importante de los detalles cotidianos, aquello que las otras películas quieren esconder de la rutina de la casa o de la madre abnegada, aquello que la vida misma quiere esconder Akerman lo quiere resaltar. ¿A quién le interesa a una mujer-madre preparando pasta o preparando una carne empanizada? El tiempo cinematográfico se transforma y se detiene en el tiempo de una ama de casa, donde las horas de “producción” son reflejadas en la preparación de los alimentos, el cuidado, los sacrificios que la sociedad pretende que siempre haga o tengan una madre que cuida la casa.

Sobre esto último Federici lo expone muy bien, somos sirvientas, prostitutas, enfermeras: «Jeanne Dielman mata para recuperar su orden, no porque haya tomado conciencia de algo. En cierto modo, mantenía una vida adaptada a lo que ella misma había organizado. Había llegado a una forma de equilibrio, no se dejaba llevar, se cuidaba, se vestía. Evidentemente, se levanta por las mañanas por su hijo: es una película de amor, ama a su hijo (…) Pero muchos gestos de mujeres pueden ser agradables; hacer la cama puede ser agradable o lavar los platos, pero lo que en este caso acaba con lo agradable es la repetición».[6]

¿Se puede conciliar ser madre y mantener un hogar? Esta es la pregunta que atraviesa este trabajo. Finalmente, el tiempo de Jeanne Dielman es revelado, todo tiene su ciclo y todo acaba. Su trajín de ama de casa y prostituta es liberado por sus propias manos. «A duras penas lo hacemos, la pequeña libertad que podemos disfrutar la ha domesticado una educación que nos enseña a ser dóciles, obedientes y algo más: sacrificadas. Todo lo hacemos por amor».[7]

En Jeanne Dielman se termina develando aquella madre que se sale de los cánones establecidos por la sociedad, que también mantiene un hogar, a su hijo y a ella, pero que aun así algo se quiebra en el nombre del amor, que puede ser un sentimiento de autoengaño y manipulación. Es «una película sobre la ocupación del tiempo y la angustia, sobre una serie de gestos para no pensar en lo fundamental… Jeanne Dielman puede representar a la mujer ideal, pero cuando vemos la vida de una mujer ideal, es insoportable; sin embargo, no hay ninguna toma de posición por parte de la cámara que diga que es insoportable, es completamente evidente».[8]

 

 

[1] Las mapaternidades intentan romper con la crianza tradicional unilateral y enfocarla en la distribución equitativa de responsabilidades.

[2] RED EDOC Proyectos seleccionados https://festivaledoc.org/proyectos-seleccionados-red-edoc/ *Las sinopsis de los proyectos han sido sacada de la página EDOC

[3] Manuel Silva Rodriguez y Diana Kuellar, Documental (es) Voces Ideas. Marta Andreu Mejor hablar de gesto creativo que de género cinematográfico, (Universidad del Valle: Cali) pág. 188

[4] Elena Oroz Tarachime, Nacimiento*Madre, https://www.blogsandocs.com/?p=220

[5] Diego Ezequiel Litvinoff Genpin (Naomi Kawase, 2010) http://revista.cinedocumental.com.ar/genpin/

[6] Blandine Jeanson y Martine Storti, Entrevista con Chantal Akerman a propósito de ‘Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles, http://elumiere.net/especiales/akerman/entrevistaakermandielman.php 37

[7] Silvia Federici, Salario contra el trabajo doméstico, http://www.debatefeminista.pueg.unam.mx/wpcontent/uploads/2016/03/articulos/022_06.pdf pág. 3

[8] Blandine Jeanson y Martine Storti, Entrevista con Chantal Akerman a propósito de ‘Jeanne Dielman, 23, quai du Commerce, 1080 Bruxelles http://elumiere.net/especiales/akerman/entrevistaakermandielman.php