Talía Falconí
Tal vez esta fue la fase más difícil porque significó clasificar, organizar, y lo más complicado: seleccionar las mejores tomas que funcionaran para la edición de imagen y de sonido. Solo después de haber realizado este arduo trabajo de organización empezamos a construir las primeras maquetas con los cortes de edición. Hacia finales del 2019 tuvimos un primer corte de la película bastante completo y bien logrado, realizado por el estudiante de la escuela de cine Brayan Cadena, bajo la supervisión de Diego Falconí.
Tuvimos varias sesiones de trabajo para proponer distintas opciones y discutir acerca del ritmo interno de cada escena, del ritmo general, de los ambientes de cada momento, de los problemas de continuidad, del lugar donde iría el título, de los posibles efectos a incorporar, del color de las imágenes, de los problemas del audio y por supuesto también de la música.
Esta tercera fase del proyecto se extendió mucho más de la cuenta porque la crisis sanitaria nos atravesó y nos obligó a trabajar a la distancia. El estudiante de cine Bryan Cadena, además de la edición asumió también la colorización, pero al estar alejado de los equipos y de los estudios de la universidad fue un proceso más complejo, pero finalmente se resolvió con mucha solvencia.
La creación musical
En la primera parte de estas Anotaciones me referí a la importancia del sonido en este proyecto. La obra en vivo no lleva música, tanto los sonidos emitidos por los bailarines como el pulso que se logró instalar en la corrida, sostenía el ritmo sonoro y visual de la obra. Sin embargo, para la versión audiovisual sentimos la necesidad -junto con Federico Valdez- de una creación musical nueva, hecha especialmente para la versión cinematográfica. La música permitió mantener el ritmo y el tono general deseado, y gracias a un delicado tratamiento del sonido, se mejoraron los cambios de planos en los diferentes espacios geográficos.
La musicalización fue la última etapa del proyecto, estuvo totalmente a cargo de Federico, quien también realizó la edición de audio. En principio, una de las estudiantes de cine era la encargada de realizar este trabajo (especialmente de los audios que presentaban algunos problemas) pero finalmente no lo pudo hacer debido a las dificultades técnicas causadas por la crisis sanitaria.
La banda sonora en la versión audiovisual incorporó los sonidos emitidos por los intérpretes manteniendo su protagonismo, y la música, sin duda alguna, realzó el componente emocional que está presente en las acciones coreográficas, repotenciando el lado afectivo de la película.
Las adaptaciones a la geografía
Bailar en geografías específicas y climas extremos fue parte de la experiencia del proceso de rodaje de este proyecto. Un par de escenas, entre ellas, la toma final se filmó en un lugar hermoso, en el páramo, en el parque nacional del Cajas. La fotografía era espectacular: al fondo estaba una laguna y a lo lejos las montañas, pero hacía muchísimo frío, y el piso de hierba estaba empapado. Inevitablemente los bailarines se mojaron los zapatos, aparte de que el vestuario estaba conformado por ropa de tela negra muy ligera, muchos de los bailarines tenían las piernas y brazos desnudos, lo que intensificó la experiencia. Además:
Le sacan lentamente el vestido a una de las bailarinas (Ivanna Ricardo), ella queda en ropa interior, dos de ellos la manipulan suavemente (Leslie Véliz y Ronny Tabango). Mientras, el resto del grupo gira lentamente el vestido detrás de ella. Al terminar de girar la prenda, le vuelven a colocar lentamente el vestido.
Los chicos estaban muertos del frío, apenas se anunciaba el “¡CORTEN!” teníamos las cobijas y los abrigos listos para arroparlos. Esto potenció la última escena, en donde ocurren varios encuentros y abrazos entre ellos, e hizo que tuviera un tono un poco más dramático y con mayor urgencia de lo concebido, pues algunas de las intérpretes estaban casi literalmente llorando por causa del frío intenso.
El final, mientras cae la neblina
La obra coreográfica en vivo termina con el grupo que sale de la misma manera que entra: con ese trote particular que lo identifica, y que el espectador podría interpretar como un trote que continúa infinitamente. Sin embargo, la geografía y las condiciones atmosféricas específicas del lugar hicieron que el final de la película se modifique.
Ellos bajan la velocidad del trote paulatinamente, hasta quedar casi imperceptiblemente trotando en el sitio. Finalmente quedan en silencio, de pie con la cabeza caída, pesada, y los brazos que cuelgan a los lados. Poco a poco se pierden entre la neblina que los invade… Hasta que sus cuerpos desaparecen en la niebla. Todo queda en blanco…
La película sigue Corriendo se estrenó en junio 2021 dentro del XIX Encuentro Internacional de Danza, Fragmentos de Junio en la sala del MUAC en Guayaquil, Ecuador. Hasta la fecha ha sido invitada en:
-XIX Encuentro Internacional de Danza, Fragmentos de Junio. Guayaquil, Ecuador. 2021.
-Encuentro Internacional Manta por la Danza, Ecuador. 2021.
-Encuentro ILIA. Universidad de las Artes. Guayaquil, Ecuador. 2021.
-Casa de la Cultura. Núcleo Guayaquil, Ecuador. 2021.
-XXVI Festival de Nuevas Tendencias en Mendoza, Argentina. 2021.
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Créditos de la película
Dirección y coreografía: Talía Falconi
Dirección de fotografía: Diego Falconí
Sonido y música original: Federico Valdez
Edición: Brayan Santiago Cadena Yambay
Intérpretes:
Juan Chávez, Ronald Mejía, Khrystel Ortiz, Jimel Palacios, Ronny Tabango, Ivanna Ricardo,
Leslie Veliz.
Operador cámara 1: Brayan Santiago Cadena Yambay
Operador cámara 2: María Emilia Vega Miranda
Operador cámara 3: Jonathan Geovanny Muñoz Mera
Sonido directo: Andrea Gabriela Portillo Guamialamá
Asistente de sonido: Sajid Nicolay Agila Aulestia
Coordinador de edición: Diego Falconí
