Darashea Toala

Tres tristes tigres, novela escrita por el cubano Guillermo Cabrera Infante y publicada en 1965, se destaca por su estilo narrativo experimental y sus juegos lingüísticos, que desafían las convenciones literarias de su tiempo. La novela presenta relatos fragmentados con múltiples voces narrativas, empleando un lenguaje auténtico de La Habana que refleja la vida cotidiana, el humor, la sensualidad, la jerga nocturna y la idiosincrasia. A través de estos recursos, Cabrera Infante realiza una crítica sutil de la sociedad cubana de la época.

Para ello, es importante contextualizar que, durante el año de la publicación, el gobierno de Fidel Castro había consolidado su poder e implementaba políticas socialistas en el país, como la nacionalización de empresas y la redistribución de tierras. En medio de estas medidas, las tensiones entre Cuba y Estados Unidos ocasionaron la ruptura de relaciones diplomáticas y la imposición de un embargo económico sobre Cuba. Además, tres años antes se había desencadenado la Crisis de los Misiles en Cuba, que posibilitaba la llegada de una Tercera Guerra Mundial. En respuesta a las condiciones políticas y económicas, se implementaron programas destinados a mejorar la calidad de vida de la población, centrándose en áreas como la reforma agraria, la educación y la salud. Sin embargo, estas medidas no lograron contener la creciente emigración de cubanos hacia Estados Unidos, lo que contribuyó significativamente el flujo migratorio hacia ese país.

A partir de este acercamiento social, político y económico, desde mi punto de vista, Infante utiliza la teatralidad para ilustrar cómo la sociedad habanera se ve obligada a adoptar una máscara bajo la mirada del otro con el objetivo de encontrar una identidad y legitimación. Esta necesidad de proyectar una imagen idealizada y exótica para los turistas y extranjeros oculta las realidades cotidianas y complejas de la sociedad. De esta forma, la novela muestra cómo esta teatralidad se convierte en una forma de resistencia y adaptación frente a las presiones políticas y sociales del momento.

Esto se hace presente con la primera palabra utilizada para el prólogo: Showtime, la cual comienza a crear una atmósfera que sumerge al lector en una dicotomía entre la teatralidad y la realidad, reflexionando sobre cómo se produce una construcción de la realidad social y la performatividad de la identidad, donde la verdad simplemente se oculta tras una cortina de entretenimiento y apariencia. Esto, a su vez, conlleva a relacionarse con el uso de juegos lingüísticos y el bilingüismo (español e inglés) como una representación de la dualidad y el conflicto interno en la psique cubana. Esta alternancia de idiomas sugiere una lucha entre la herencia cultural y la influencia extranjera que, como se mencionaba anteriormente, se enfoca en la otredad, especialmente la estadounidense. Asimismo, el humor presente también ayuda a criticar esta superficialidad, acompañado de un sentido de nostalgia que crea una tensión entre lo perdido y lo actual.

En uno de los relatos de la sección “Los debutantes”, se narra la nueva vida que tiene Gloria/Cuba Venegas en La Habana, detallando cómo su transformación ha generado diversas impresiones. Al analizar el contenido de la narración, se observa una teatralidad que plantea interrogantes sobre la autenticidad y la verdad detrás de las máscaras que los personajes adoptan. De este modo, Gloria/Cuba Venegas se presenta como una figura enmascarada, cuya verdadera identidad se oculta tras un personaje construido para el consumo público. La transformación de Gloria en una modelo publicitaria y su participación en sesiones de fotos se convierten en actos de parodia de la cultura de la fama y la celebridad.

Por otra parte, en la sección “Bachata” la ciudad misma se convierte en un escenario donde los personajes, al igual que lo habitantes de La Habana, se ven obligados a adoptar la idea de la máscara para presentarse ante los demás, especialmente ante los turistas y extranjeros. Esta forma de teatralidad también se presenta al reflexionar sobre la música, la memoria y los cambios en la ciudad, mostrando cómo sus propios pensamientos y recuerdos están simplemente moldeados por la necesidad de encajar en un paisaje culturalmente construido. Además, algo muy significativo en este relato es la observación de una mujer que lleva años hablando sola en un banco del parque, lo cual trae a discusión sobre si es la misma persona o no, lo que posiblemente simbolice cómo la ciudad y sus habitantes están atrapados en un ciclo de repetición y enmascaramiento.

En relación con esto, Judith Butler sostiene que el género y otras identidades sociales se construyen a través de actos performativos, es decir, mediante acciones que reiteran y establecen normas culturales y sociales. Estos actos performativos no simplemente expresan una identidad preexistente, sino que constituyen, y lo hacen a través de la repetición de dichas acciones.[1] Por lo tanto, esta fijación de la teatralidad en la novela permite no solo observar el contexto de una Cuba que atraviesa un estado de transformación y búsqueda de legitimidad, sino también explorar la psique del individuo, mostrando cómo esto conlleva a crear tensiones entre los modos de ser (identidad) y hacer (comportamiento).

En cada relato, se refleja una condición social donde la identidad y la verdad son maleables y están sujetas a las dinámicas del poder y la observación. Asimismo, la novela misma se convierte en un acto performático, donde los personajes, y quizás la propia narrativa, representan roles frente a los cambios de la sociedad, construyendo y afirmando la realidad en el que viven. De esta manera se concluye que, Tres tristes tigres trasciende la propia representación de la sociedad cubana de la época para convertirse en un comentario sobre la naturaleza misma de la identidad y la realidad. Además, la estructura fragmentada y los juegos lingüísticos sugieren una multiplicidad de realidades y verdades subjetivas, al mostrar cómo diferentes personajes experimentan y perciben el mundo de manera única.

Bibliografía

Butler, Judith. El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad. Editorial Paidós: Barcelona, 2007.

[1] Judith Butler, El género en disputa: El feminismo y la subversión de la identidad, (Editorial Paidós: Barcelona, 2007), 151 – 160.