Adela Vargas Murillo, Yessica Ayo
Con un discurso de “recuperar el espacio” la calle Panamá de la ciudad de Guayaquil se ha visto transformada o ‘regenerada’ con una imagen y fachada donde, a costa de recuperar la historia, la cultura y la tradición, se invisibiliza y se excluye a los y las ciudadanas que hacían uso de ese espacio. El presente artículo demuestra los factores y mecanismos que se utilizaron para ejercer un proceso de gentrificación en la calle Panamá, conocida también por su pasado histórico de ser un espacio para secar el cacao en los tiempos del boom cacaotero del país.
Historia de la calle Panamá
La calle Panamá ha sido una avenida presente a lo largo de la historia de la cultura de Guayaquil. En varias de las etapas históricas de la ciudad, este espacio ha tenido un uso específico manteniendo una cercanía con el centro económico y productivo local y nacional. Su historia puede dividirse en varias etapas:
- Colonial (S. XVIII) Durante la época colonial, la avenida que hoy por hoy se denomina Panamá era un famoso puente de madera de las 800 varas (648 metros de longitud aproximadamente) que conectaba a la Ciudad Vieja con la Nueva en el siglo XVIII (El Universo, 2016). Se dice que el puente era tan angosto que cuando las personas circulaban por allí se pasaban rozando. En ese tiempo, estas dos ciudades estaban separados por cinco esteros: Villamar, Junco, Campos, Morillo y Lázaro (Skycrapercity, 2020). El puente no seguía una línea recta de allí la forma ligeramente torcida de la calle con adornos de esferas de cemento que conocemos actualmente (Skycrapercity, 2020). Según Camilo Destruge, la calle del puente se denominó “Calle Real” después de 1820 (El Universo, 2016). Poco a poco, los esteros fueron desapareciendo y el puente se fue convirtiendo en una calle.
- Republicano. Para 1858, con Guayaquil independiente de la colonización española, el geógrafo Manuel Villavicencio realizó una cartografía de la ciudad donde la calle tenía dos denominaciones similares a como se la identificó en la época colonial. Hasta el segundo estero se llamaba Calle Real mientras que hacia el norte la nombraban Ciudad Vieja. Posteriormente fue que se empezó a denominar como Calle La Libertad (El Universo, 2016).
- Inicios del Siglo XX. El 23 de junio de 1926, bajo una ordenanza municipal se la nombró como calle Panamá, que iniciaba desde el norte en la Calle Loja y culminando al sur en la Calle 9 de octubre (Skycrapercity, 2020).
- Década de los 50’. Con el contexto del auge cacaotero, la calle Panamá era utilizada para dejar secar la pepa del cacao. En esta calle se ubicaban las empresas y bodegas cacaoteras tradicionales, por lo cual la calle era conocida por conservar el olor del cacao (Expreso, 2021).
¿Qué aspectos facilitan este proceso de gentrificación?
Desde los años 60 la gentrificación se ha convertido en un tema importante de debate e investigación desde la mirada antropológica, sociológica y urbana. Sin embargo, los estudios más importantes se dieron en la década de los 90 centrándose principalmente en la globalización y las nuevas formas de organización urbana donde el uso del término gentrificación en América Latina tuvo diversos cambios a partir de las diferencias en los diversos contextos concentrándose principalmente en el análisis de los procesos de transformación urbana y las consecuencias de este proceso de “recuperación” del espacio público (Delgadillo, 2008).
Es decir, varios aportes a este término de gentrificación se dan a partir de la crítica de varios conceptos utilizados para el análisis de este proceso: regeneración urbana, rehabilitación urbana y recuperación de espacios. Estos conceptos que se utilizan en los estudios urbanos invisibilizan los procesos de desplazamiento, la agudización de las diferencias económicas y sociales, la mercantilización del territorio, además que a partir de estos conceptos se legitima todo este aglomerado de políticas neoliberales (Janoschka, 2011).
Por ende, varios estudios latinoamericanos se han alejado de estos términos hegemónicos y de su caracterización inicial estableciendo así que la gentrificación es “un fenómeno de reconquista de las áreas centrales, que reproduce la desigualdad entre clases a nivel urbano y de barrio” (Casgrain y Janoschka, 2013, p. 21). El término de gentrificación nos ayuda a entender justamente los diversos mecanismos estructurales que producen esta limitación del espacio público, los nuevos espacios de disputa y resistencia, y la exclusión socio-espacial en la ciudad.
A partir de esto podemos comprender la resucitación de la calle Panamá como un hecho aislado. Este proceso de gentrificación se dio a partir de diversos factores: ubicación geográfica, las personas que habitan y dan uso del sector y a la prioridad y apoyo que impulsa el Estado y la administración privada.
Este proceso de “regeneración urbana” se desarrolló en la administración municipal de Jaime Nebot de manera paulatina a partir de un proceso de conquista del espacio urbano. Como lo menciona Brenner (2010) existe un cambio en la metrópolis a partir de las estructuras políticas y sociales donde este proceso de gentrificación en Guayaquil inició con la ubicación de empresas y compañías de servicios. Por otro lado, como lo plantea Harvey (2008) no solo existen transformaciones económicas, sino que también comprende transformaciones culturales como el Museo de Arte Moderno y Contemporáneo, el Museo de Cacao o los diferentes Festivales Culturales, que conforman este capital cultural y simbólico, lo que sostiene este proceso de gentrificación.
Antoine Casgrain y Michael Janoshka, establecen que existen una serie de condiciones que deben cumplirse para hablar de un proceso de gentrificación. Una de ellas es el mayor acceso a servicios urbanos a partir de esta reinversión en el espacio rural que ocasiona un alza en el valor de este espacio que dentro del imaginario social ha sido catalogado como degradado y degenerado a partir de un proceso de estigmatización; resaltar que se necesitan inversiones públicas y privadas para terminar con la pobreza e inseguridad y recuperar el patrimonio social y cultural de la ciudad con lo cual se busca atraer a la industria inmobiliaria y cultural. En Guayaquil esto ocurre con la industria Hotelera, turística y gastronómica. Entonces, es posible hablar de que ha existido un proceso de gentrificación en Guayaquil.
Hotelería, turismo y gastronomía
Aledaños a la calle Panamá, se encuentra el Swissôtel con dos torres de 40 pisos sobre la calle Roca (La Revista El Universo, 2013). También se encuentran el Hotel Boutique y Residencias Giardini.
Desde hace 5 años aproximadamente hasta la fecha actual, la calle Panamá cuenta también con una serie de locales de comida, sobre todo criolla y gastronomía (El Universo, 2021). Varios de estos locales tienen de 1 año a 5 años de estancia y, curiosamente, se han abierto simultáneamente.
De hecho, varios de estos locales de comida y gastronomía cuentan con el respaldo de Shop Small de American Express y Banco de Guayaquil (Expreso, 2021), proyecto que trata de “impulsar el comercio local con beneficios para los negocios aliados y para los clientes American Express” (Shopsmall, n.d.). Por supuesto, para poder ser apoyados por este proyecto, el mismo solicita de condiciones económicas suficientes para que el pequeño o mediano emprendimiento sea sustentable. De esta manera, este proyecto no decidió apoyar el emprendimiento de un solo local sino de varios en su conjunto para que se cree sobre la avenida Panamá un sector comercial gastronómico bajo una línea común de comida criolla y tradicional. Algunos de los locales que son apoyados por Shop Small son:
- Postres, Diana Carrión.
- Cotidiano, Pamela Unda.
- La veredita, Denisse Gálvez.
- El mono goloso, Arianna Gualpa y Alexis Briones.
- La Central, María Fernanda Cepeda.
- Colibrí, Pamela Abad.
- cafetería Bistro (Expreso, 2021)
Otra condición para determinar si existe este proceso de gentrificación es la presencia de nuevos habitantes con mayor capacidad adquisitiva y de consumo que llegan y desplazan a los anteriores habitantes. Esto ocasiona que existan nuevas actividades comerciales y culturales en donde el capital cultural es parte fundamental de este proceso. En Guayaquil esto se lo puede constatar a partir de la presencia de la Universidad de las Artes, ubicada en la antigua gobernación del Guayas (Av. Simón Bolívar y Aguirre) fundada a finales del año 2013, la cual impulsa también a que el centro de Guayaquil se reactive con un público joven, artístico, local y nacional.
Rafael
7 de mayo de 2023 — 00:12
Pero no me queda clara cuál es la conclusión, es buena o mala la gentrificación en Guayaquil.
Adela Vargas Murillo
2 de enero de 2024 — 20:12
Puede revisar en la segunda parte del artículo aquí:
https://ilia.uartes.edu.ec/blog-f-ilia/2021/12/09/gentrificacion-en-guayaquil-desde-cuando-cambio-la-calle-panama-en-la-ciudad/
Saludos