Virginia Gámez, de España; Xavier León, de la Universidad Central de Quito; y Ramiro Noriega, rector de la Universidad de las Artes del Ecuador, establecieron una mesa de diálogo sobre las “Experiencias con el arte en la Educación Superior”. Tuvo lugar este miércoles 19 de junio, en el MAAC, en el marco del IV Encuentro Internacional de Investigación en Artes, organizado por la UArtes, a través del Instituto Latinoamericano de Investigación en Artes (ILIA). Participó como presentadora Cristina Morales, docente de la Escuela de Literatura.
Hay que hacer un ejercicio crítico de reflexión
Xavier León hizo referencia a la creación de la Ley Orgánica de Educación Superior (LOES) y estableció la necesidad de hacer un ejercicio crítico de reflexión, un principio de pertinencia para determinar ¿qué tipo de academia necesita la sociedad de hoy?, ¿qué necesita el arte hoy? Cuestionamientos que se pueden responder desde la epistemológica e involucra muchos aspectos: el buen vivir, los planes de desarrollo zonal, las leyes y los reglamentos, las tendencias del arte y de la academia. Hay que poner en valor la producción artística, sostuvo y habló de la creación de la UArtes y su funcionamiento como una universidad con un espacio de reflexión de independencia que tensiona positivamente a las otras universidades en la educación en artes.
Esto conlleva a reformas curriculares, a nuevas carreras. La Universidad Central tiene facultad de artes y se debe considerar la oferta de la enseñanza a nivel superior. Se generó un tono común, un espacio de movilidad, una propuesta de titulación y modelos de prácticas preprofesionales.
Con respecto al lenguaje artístico, dijo, era importante fortalecer las disciplinas y reflexibilizar los cambios en las diferentes carreras. Otro tema importante es cómo nos perfilamos a un objeto revolucionario, cómo en la trayectoria de profesionalización el artista no es independiente de la sociedad, sino que produce la sociedad y se autoproduce. Es decir, que la presencia de la carrera de arte tiene q estar relacionada con sus contextos políticos, sociales y de la institución en la localidad.
El educador es un transformador
Virginia Gámez, docente y artista argentina, disertó acerca de la historia de la educación y del arte. El educador es un transformador, sostuvo, pero es un maestro que controla a sus estudiantes y que es, a su vez, controlado. Esto desde la perspectiva de la burocracia como una gestión de control histórica. ¿Cómo un maestro artista crea un ciudadano emancipado cuando él es controlado? “Esta figura debe verse desde la historia de la educación y educación artística. El maestro ayuda a la identidad y el entorno. Y la identidad desde la práctica artística pone caras. La práctica artística tiene desde una perspectiva histórica, es necesario ponerle nombre y cara. Sino, es una identidad vacía”.
¿Qué artista queremos formar?, se preguntó Virginia Gámez y acotó: “No solo debe saber hacer, debe generar contenido, critica; debe entender que el arte no es un producto, es un proceso artístico, que es muy difícil de enseñar. Docente/investigador/artista hacer un equilibro. De esos perfiles que se deben transformar en una.
¿Qué tipo de universidad queremos?
En su intervención, Ramiro Noriega, rector de la UArtes, indicó que no es la primera vez que se propicia diálogos de la experiencia con el arte en la educación superior. “Hubiera sido un error en la formación de esta universidad. No se ha tratado de hacer un proyecto aislado ni colocarnos fuera de la historia. Con Xavier (León) hemos estado en contacto, intentando comprender las cosas. En Cuenca, en Azogues, en Chuquipata, donde está la UNAE (Universidad Nacional de Educación), nos hemos estado reuniendo, son diálogos importantes. Y a nivel internacional veo aquí a mis colegas del ISA (Instituto Superior en Artes), de Cuba. La idea de que hay proyecto común, aunque no parezca, lo cual es importante de decir en el campo cultural”.
La sociedad que hemos desarrollado en el siglo XX ha dado paulatinamente la espalda a lo sensible: en lo ambiental, por ejemplo; de diálogo social; patriarcalizada por todas partes, expresó y resaltó la importancia de las universidades.
“Son espacios necesarios, pero ¿por qué, para qué, cómo? Todas las instituciones pueden ser objeto de su degeneración, así como pueden ser instituciones oxígeno. Las instituciones no son neutras, las hacemos las personas y no solo quienes toman las decisiones, sino cada uno de los que están en la comunidad”.
Crear la UArtes, agregó, es una oportunidad enorme, pero también una responsabilidad gigantesca. “Ahí vienen las ideas: vamos a hacer una universidad que parezca del siglo XX”. Ustedes harían eso, preguntó y respondió: Sería el peor error. “¿Por qué?, porque debe aprender de experiencias pasadas, pero no ser una universidad del siglo XX. Hay condiciones que no son las mismas”.
“Ya debo resultar cansón, pero cómo hacer una universidad desprendida de los problemas ambientales, que no sea feminista, dónde nos colocaría la historia si no pensamos en términos de derecho y de justicia social, de excelencia académica, de calidad.
“Debemos ser entonces capaces de preguntarnos ¿qué tipo de universidad queremos? Todos los que estamos aquí -estudiantes, público, gente que viene de fuera y está dentro de la universidad- debemos ser capaces y sentirnos invitados a responder esa pregunta.
“Hay respuestas que se pueden encontrar atrás, porque no todo es malo. ¿Qué es la universidad del siglo XXI, sus dificultades y capacidades? Una universidad institucionalmente tiene la capacidad de debatir, lo cual a veces no lo hacemos lo suficiente. Por eso hemos iniciado esos procesos de debates críticos, de Diálogos, que son iniciativas de la Unidad Transversal. Si no se debate de lo público y se toca el nervio profundo, ¿para qué?
“Una universidad no puede ser un espacio que pase información, sino un fuerte espíritu crítico, capacidad de análisis, de reacción. No solo para producir ideas sueltas, sino verdaderos proyectos, programas de sociedad. Eso es transformador. Debemos hacer lo que no se ha podido hacer.
“La gran responsabilidad de los docentes es mantener viva la llama de la ilusión, de la utopía, no trabajar sobre lo acabado, sino producir capacidades de futuro, de imaginación, eso es lo profundo”.
El rector dijo que una de las características de la UArtes es que “creamos mundo, diseñamos futuro. Y otra (característica) que es clave y programática, es que debemos asumir la responsabilidad de transformar el sistema educativo del país”.